Según un estudio reciente de Forrester Research, se prevé que el comercio minorista global alcanzará los $24.9 billones en ventas totales para 2025, con $5.3 billones provenientes específicamente del comercio electrónico. Este crecimiento significativo subraya la importancia crítica de una gestión financiera eficiente y una sólida estrategia de flujo de efectivo para las empresas en todos los sectores.
Transformación digital acelerada: Con el auge del comercio electrónico, las empresas deben adaptar rápidamente sus operaciones financieras para manejar un mayor volumen de transacciones digitales y gestionar eficientemente el flujo de efectivo en múltiples canales.
Ciberseguridad y regulación: Se espera que el cibercrimen cueste $12 billones en 2025, lo que llevará a los reguladores a tomar un papel más activo en la protección de datos del consumidor. Las empresas deberán invertir en robustas medidas de seguridad para proteger sus activos financieros y la información de sus clientes.
Presión sobre los márgenes: La reversion del crecimiento minorista a niveles pre-pandemia y el aumento de la competencia global ejercerán presión sobre los márgenes de las empresas, haciendo crucial la optimización del flujo de efectivo.
Automatización inteligente: Implementar soluciones para automatizar los procesos de cuentas por cobrar, desde la facturación hasta la aplicación del pago, reduciendo costos operativos y acelerando el ciclo de conversión de efectivo.
Análisis predictivo avanzado: Emplear tecnologías basadas en Inteligencia Artificial y Machine Learning para predecir el flujo "Factura a Factura". En la era de la AI, el estándar de precisión en los pronósticos debería ser de 99%, de manera que las empresas tengan capacidades para anticipar y gestionar proactivamente sus necesidades de liquidez en un entorno económico volátil.
Personalización de estrategias de cobranza: Adaptar las estrategias de cobranza a cada cliente, según los términos y condiciones establecidas con cada uno, puede llevar a una reducción de al menos 30% en la cartera vencida (DSO).
Optimización del capital de trabajo: En un contexto de crecimiento moderado y márgenes presionados, optimizar el uso del capital de trabajo será crucial. Esto implica mejorar la eficiencia en las cuentas por cobrar, gestionar estratégicamente las cuentas por pagar y los inventarios.
La adopción de tecnologías avanzadas será un factor diferenciador crucial en 2025. Las empresas que inviertan en soluciones tecnológicas para la gestión financiera, como ARMS, estarán mejor posicionadas para navegar los desafíos económicos y aprovechar las oportunidades de crecimiento.
Las tecnologías de implementación ágil y capacidades de automatización, personalización y predicción avanzada, se posicionan como herramientas indispensables para los CFOs que buscan no solo sobrevivir, sino prosperar en el complejo panorama financiero de 2025. Al aprovechar estas tecnologías y estrategias, las empresas pueden mejorar su flujo de efectivo y ganar la agilidad financiera necesaria para invertir en nuevas oportunidades, tecnologías innovadoras y mejoras de productos.
En un entorno donde el crecimiento se modera y la competencia se intensifica, optimizar los procesos financieros y contar con insights precisos es fundamental. Las organizaciones requieren habilitar tecnologías modernas que les permitan tomar decisiones financieras informadas y perseguir sus objetivos estratégicos con confianza, asegurando su competitividad y éxito en el dinámico panorama económico de 2025.