En una encuesta a directores de finanzas, encargada por Datarails, solución de planeación financiera, 57% vaticinó una reducción de los roles del área por la adopción de la IA en 2026. La mayoría anticipa cambios en procesos de informes financieros, análisis, evaluación de riesgos, cuentas por cobrar y facturación.
Hay urgencia: 70% prioriza la inversión en IA. También sentido de oportunidad: 97% espera llegar a CEO de su empresa y ve el liderazgo en el desarrollo de esta tecnología como puntal para lograrlo. 85% está cultivando conocimientos en la materia.
Los hallazgos del sondeo de Datarails coinciden con los de un estudio de KPMG basado en una encuesta a directores y ejecutivos de finanzas de 23 países. Concluye en que estamos ante un verdadero fenómeno global: 71% ya utiliza la IA en tareas claves, incluyendo contabilidad, planificación financiera, tesorería, administración de riesgos y fiscal.
La volatilidad económica global y la necesidad de garantizar la eficiencia operativa mientras se impulsa la transformación digital elevan aún más la presión para consolidar ese perfil más estratégico de finanzas, y hacen aún más pertinente la apuesta por la IA.
Con ese trasfondo, su adopción, según un reciente estudio del Institute of Business Value de IBM, debería considerar, como punto de partida, cuatro líneas de acción:
De acuerdo con una investigación de SAP Insights, que examinó los procesos típicos de la función financiera e identificó aquellos donde la IA puede remodelar más pronto el trabajo, ya estamos ante herramientas listas para superar varias capacidades humanas. Por ejemplo, analizar grandes volúmenes de datos y detectar tendencias o discrepancias más rápido.
Por lo pronto, detecta cinco en que ese potencial ya ha despegado:
El sistema de cuentas por cobrar de ARMS aprovecha la IA, conectada con otras tecnologías, como RPA y blockchain, para aportar capacidades en cada una de esas áreas para fines de optimizar el ciclo de 'Order to Cash'f. Así es como reduce 30%, en promedio, el DSO, los días para cobrar las facturas, y permite tomar mejores decisiones.
Los beneficios de la IA parten precisamente de optimizar procesos y ampliar la capacidad estratégica para llevar a un nuevo nivel la eficiencia. Por ejemplo, en los presupuestos, con mejores pronósticos y automatización.
Por ahora, las herramientas de IA para finanzas carecen de intuición y habilidades creativas. No pueden suplir competencias para la función como el pensamiento crítico y la ética, la comunicación efectiva, la resolución de problemas y dar sentido al conocimiento-aprendizaje.
Aun así, pueden dar un apoyo invaluable para las decisiones humanas, al tiempo que se encarga de procesos que puede llevar mejor la tecnología.