Para dimensionar la rapidez de la adopción de la inteligencia artificial (IA): ChatGPT llegó a 100 millones de usuarios antes del año de su lanzamiento, en 2022, un hito que le tomó unos 75 años al teléfono, 25 a los automóviles y 15 a los móviles y al Internet.
Ese comparativo se hace en un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre la IA generativa (GenAI) en el sector financiero para mostrar la velocidad con que puede impulsar transformaciones radicales gracias a una combinación ideal: por una parte, sus inmensas capacidades e innumerables aplicaciones; por otra, accesibilidad y facilidad para desarrollarlas.
No es ya cuestión de años, sino de días: si a Instagram le tomó 80 días el primer millón de usuarios, ChatGPT lo hizo una semana.
La adopción en los mercados financieros no ha ido así de rápido, al ser un ámbito altamente regulado y por riesgos de seguridad de datos. En materia de aplicaciones de GenAI y LLM (Large Language Model) se ha avanzado sobre todo en herramientas y servicios internos, offline o en la nube privada.
Principalmente, en back-office y middle-office. En automatización de procesos, para lograr eficiencias operativas; generación de contenidos e informes; síntesis y clasificación de documentos utilizados por asesores o en procesos de recursos humanos; reconciliación de cuentas; compliance; análisis de datos, gestión de riesgos, código.
También son los caminos de la IA que las áreas de finanzas están recorriendo, por ahora, y en ambos casos se tiene clara “la película completa” de lo que la IA puede hacer. Tanto en la gestión financiera como para sus organizaciones y los mercados.
Como apunta el reporte, con vista a soluciones de automatización de extremo a extremo e interacción con clientes. A la creación de valor en el front-end, desarrollo de productos, soporte a usuarios, marketing dirigido, incorporación (onboarding) y autenticación, modelos y estrategias de trading y ejecución.
Con un marco de referencia de “madurez ante la IA”, el último estudio de KPMG sobre su adopción en la función de informes financieros, basada en una encuesta a ejecutivos de 2 mil 900 empresas de 23 países, encontró que 18% estaba en fase de principiantes, 58% de implementación y 24% como líderes en la materia.
Llama aún más la atención la cantidad de empresas trabajando ya en pilotos o en plena adopción de soluciones.
En planeación financiera, 30% hace ya pruebas y 23% está en implementación selectiva; 10% ya ha adoptado extensivamente. En contabilidad, 28% pilotea, 26% ya ha adoptado parcialmente y 10% extensivamente.
En suma, dos tercios de las empresas están probando o utilizando IA para la planificación contable y financiera.
Entre tanto, en administración de riesgos, 30% desarrolla pilotos y 26% implementa selectivamente. En tesorería 24% pilotea, 22% adopta parcialmente y 38% trabaja en planes al respecto. En impuestos y reportes financieros, 16, 15 y 48 por ciento, respectivamente.
Todo se acelera con la facilidad de implementación que permiten la nube, el software como servicio (SaaS), las API (Interfaz de Programación de Aplicaciones). En ARMS hemos desarrollado modelos de predictibilidad de cobranza con IA y usamos Procesamiento Natural del Lenguaje para automatizar procesos de cuentas por cobrar. Soluciones de aceleración del flujo de efectivo y creación de valor que empresas B2B pueden adoptar sorprendentemente rápido.
El informe “La Inteligencia Artificial en América Latina 2025”, de NTT Data ofrece una radiografía de cómo esta tecnología “está redefiniendo cómo operan, innovan y compiten las organizaciones” no sólo en los países más desarrollados.
En 2024, la IA tradicional (tareas específicas según algoritmos preestablecidos) alcanzó un importante hito en la región, con cerca de 47% de las organizaciones en fase de implementación inicial.
La transición desde la exploración está marcada por un importante aumento de pruebas piloto e iniciativas estructuradas para generar valor real. Además, cerca de 24% de las empresas se sitúa en etapas avanzadas de adopción.
En cuanto a la IA generativa, poco más de 42% se encuentra en las primeras etapas de adopción. Lo sorprendente, como resalta el análisis, es la velocidad: en año y medio ha alcanzado casi el mismo nivel que la IA tradicional, aunque, lógicamente, el avance es menor en fases avanzadas.
Para finanzas, la oportunidad es aún casi terreno virgen: en tecnologías de la información y datos, la implementación está en 50 y 43 por ciento, respectivamente; en finanzas apenas pasa de 15%, a pesar de que el informe de NTT Data, la considera como una de las áreas de mayor potencial de transformación con la IA, así como clave para la adopción estratégica en toda la organización.
Así que, si no hay ya un boom de adopción de la IA en finanzas, no tarda en presentarse.